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El Arzobispo A. Gladfelter preside una de las confesiones cristianas que planean volver al catolicismo. La Iglesia Católica Anglo-Luterana es la única con raíces luteranas. En esta entrevista habla de su alegría al volver a la Iglesia Católica y del valor de la fe. Es cooperador del Opus Dei.

- Reverendo Irl A. Gladfelter, Metropolita de la Iglesia Católica Anglo-Luterana (ALCC), es usted biólogo, Doctor en Cirugía Dental, teniente coronel jubilado del ejército estadounidense, Doctor en Teología y el Metropolita de la ALCC. ¿Cómo ha encontrado tiempo para tantas cosas?
No fue un problema. Sólo me convertí en clérigo después de jubilarme en el Ejército de los Estados Unidos y como dentista.

– ¿Cuándo se fundó la ALCC? ¿Por qué la combinación de anglicanismo y luteranismo?
La ALCC fue formada en 1997 por antiguos miembros de la Iglesia Luterana – Sínodo de Missouri de los Estados Unidos (LCMS), los cuales, al ser luteranos orientados hacia el catolicismo o “Evangélicos Católicos” (también conocidos como de la “alta iglesia”), no podían aceptar la orientación cada vez más protestante de la LCMS y su aceptación creciente de la teología evangélica fundamentalista, junto con algunos aspectos de la soteriología y teología sacramental que habían sido importados desde el Calvinismo por varios medios ya en su fundación y la aceptación cada vez mayor de servicios evangélicos no litúrgicos.

Se ha descrito recientemente a la Iglesia Católica Anglo-Luterana (ALCC) como “totalmente romanizada” y como una Iglesia que “enseña doctrina católica sólida, utilizando un vocabulario luterano y anglicano, corrigiendo esto último con lo primero”. Ambos comentarios son acertados y precisos. En esencia, la ALCC se ha “romanizado” totalmente, aceptando con entusiasmo la verdad objetiva de todos los aspectos de la fe católica.

– ¿Fue importante para ustedes la declaración conjunta católica y luterana sobre la justificación (1997)?
Sí. Para la ALCC, la Declaración conjunta católica y luterana sobre la doctrina de la justificación decidió de una vez para siempre el asunto fundamental de la fase de Wittenberg (luterana) de la Reforma. Una vez que ese asunto se había resuelto, la ALCC se dio cuenta de que tenía la “obligación en conciencia” de entrar en la Iglesia Católica, marcando el camino para que otras jurisdicciones eclesiásticas luteranas (Iglesias) pudieran seguirla.

– ¿Cuantos miembros y parroquias tiene aproximadamente la ALCC? ¿Sólo están presentes en los Estados Unidos o también en otros países?
El número total de miembros de la ALCC es de aproximadamente 11.000 personas, en los Estados Unidos, Canadá, Alemania, Sudán y el próximamente independiente Sudán del Sur. El mayor número corresponde a africanos sub-saharianos, la mayoría de los cuales son de Sudán del Sur.

– ¿De dónde viene la mayoría de sus miembros? Antes de entrar a formar parte de la ALCC, ¿eran luteranos, anglicanos, católicos o no creyentes?
La mayoría de nuestros miembros no africanos entraron en la ALCC procedentes de otras Iglesias luteranas, pero nuestros miembros subsaharianos, tanto en África como en los Estados Unidos y Canadá, son antiguos anglicanos.

– En la Comunión Anglicana, hay algunas congregaciones religiosas anglo-católicas. ¿También tienen ustedes religiosos en la ALCC?
Sí, tenemos una Prelatura Personal, la Orden de San Ambrosio (O.S.A.) y una Sociedad Sacerdotal, la Sociedad Sacerdotal de Siervos del Buen Pastor. La Regla y la espiritualidad de ambas se parecen mucho a las del Opus Dei. El Vicario General de la ALCC y yo somos, con gran entusiasmo, Cooperadores del Opus Dei.

– ¿Entrarán a formar parte del ordinariato de los Estados Unidos cuando se cree, a finales de este año?
Sí, porque es lo que nos ha dicho que hagamos la Congregación para la Doctrina de la Fe, pero la última palabra la tendrá la propia Congregación. Llevamos trabajando con ellos desde 2009. Desde el punto de vista de la ALCC, se trata de un tema de obediencia a la Congregación para la Doctrina de la Fe.

– ¿Todos los miembros de la ALCC se harán católicos o algunos han decidido esperar o pasar a otros grupos anglicanos o luteranos?
Todos los miembros de la ALCC se harán católicos. A diferencia de algunas Iglesias Anglicanas, la ALCC no tiene “posturas inamovibles”. La ALCC no está interesada en absoluto en “preservar un patrimonio”. Al contrario, se trata de una Iglesia profundamente “romanizada”, que trabaja con todas sus fuerzas para “deshacer” la Reforma, porque considera que fue un trágico error de proporciones épicas, que nunca debió suceder, e intenta restaurar la unidad de la Iglesia según los criterios de la Iglesia Católica. Lo único que queremos es disolvernos en la Iglesia Católica, como católicos normales.

– ¿Será un problema para los miembros de la ALCC la necesidad de aceptar el Catecismo de la Iglesia Católica como la expresión normativa de fe para los ordinariatos? ¿Qué textos utilizan actualmente para catequizar a los niños y a los adultos?
En absoluto. Hace años, la ALCC aceptó oficialmente el Catecismo de la Iglesia Católica como nuestra expresión completa de la fe cristiana. Catequizamos a niños y adultos usando el Catecismo de la Iglesia Católica, el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica de la Conferencia Episcopal norteamericana, y otros manuales católicos.

– ¿Cuáles son las principales dificultades que han encontrado hasta ahora?
Toda organización nueva tiene “crisis de crecimiento” y la ALCC no es una excepción. Siempre hay lugar para mejorar y formas de desarrollar nuestros apostolados de forma más eficaz. Sin embargo, nos va muy bien, teniendo en cuenta que la ALCC se fundó en 1997. La mayor preocupación de la ALCC, con mucha diferencia, consiste en conseguir su objetivo de convertirse en la primera jurisdicción eclesiástica luterana que vuelve a la Iglesia Católica como grupo unificado desde el final de la Contrarreforma.

– Una vez que entren en un ordinariato, usted y los demás obispos y sacerdotes de la ALCC tendrán que ser ordenados como diáconos y sacerdotes católicos. ¿Es algo difícil de aceptar?
No, en absoluto. Nos alegramos de ello, porque eliminará la posibilidad de cualquier confusión entre los fieles católicos sobre la validez de nuestra ordenación y nuestros sacramentos.

– ¿Ha existido siempre un sector “católico” entre los luteranos?
Sí. Se les ha dado muchos nombres: Gneiso-luteranos  (luteranos originales), Viejos Luteranos, Luteranos Romanizados y, en los últimos años, “Católicos Evangélicos”. La ALCC está simplemente en el extremo más católico de esta tradición.

– ¿Cree que se formará algún tipo de ordinariato para los luteranos en el futuro?
Ya se trate de un ordinariato o de alguna otra estructura más sencilla y menos polémica de establecer e integrar en la Iglesia según el Derecho Canónico, como una “sociedad sacerdotal” o un “instituto de vida apostólica”, creo que se formará algún tipo de estructura para que los luteranos de todos los países puedan volver a la Iglesia Católica.

¡Es hora de que los luteranos y otras comunidades eclesiales vuelvan a la Iglesia Católica, para que a ésta le resulte más fácil derrotar a esas amenazas y realizar la Nueva Evangelización promovida por el Papa Benedicto XVI y otras personas! ¡Es hora de recuperar la unidad de la Iglesia de Cristo

En su homilía de vísperas, en la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, en San Pablo Extramuros, Roma, del 25 de enero de 2011, el Papa Benedicto XVI afirmó: “Los esfuerzos para recuperar la unidad entre los cristianos divididos no pueden reducirse simplemente a reconocer nuestras diferencias recíprocas y a conseguir una coexistencia pacífica. Lo que deseamos es la unidad por la que oró el mismo Cristo y que, por su propia naturaleza, se manifiesta en una comunión de fe, de los sacramentos y del ministerio. El camino hacia esta unidad debe percibirse como un imperativo moral, una respuesta a una llamada específica del Señor… Debemos continuar con entusiasmo el camino hacia este objetivo”.

– Si se crease un ordinariato para luteranos en el futuro, ¿dejarían el ordinariato anglocatólico para integrarse en él?
Ciertamente, estaríamos interesados y colaboraríamos con cualquier futuro ordinariato luterano o estructuras alternativas según el Derecho Canónico actual, pero haremos exactamente lo que nos pidan la Congregación para la Doctrina de la Fe y el Santo Padre. Después de todo, los miembros de la ALCC solo queremos convertirnos en católicos normales, como todos los demás.

– ¿Cree que su unión con la Iglesia Católica influirá en otros luteranos?
¡Sin duda! Hace algunos años, el P. Richard John Nieuhaus, un pastor luterano de los Estados Unidos que se convirtió al catolicismo y fue ordenado como sacerdote católico (y que era el editor de la revista norteamericana First Things), escribió que mientras él apenas podía percibir movimientos de luteranos hacia la Iglesia Católica, algún día una Iglesia Luterana “dará un paso adelante y ya nada volverá a ser igual”.

Bruno Moreno / Infocatólica

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