Rome Reports
En 1983 Juan Pablo II promovió un documento sobre el papel de la familia en la sociedad actual. Después de meses de trabajo, la Carta de los Derechos de la Familia vio la luz.
El Pontificio Consejo para la Familia quiere celebrar los 30 años de la Carta de los derechos de la Familia centrándose en el papel de la mujer hoy.
"La Iglesia da un testimonio creíble de la caridad, que se ve en nuestras palabras. También conoce un equilibrio real entre lo que la mujeres están exigiendo, lo que realmente quieren y entre lo que las mujeres, niños y pobres de verdad necesitan", afirma Helen Alvaré, profesora de la Universidad George Masson de Washington.
La Carta aborda derechos individuales como el de todo hombre y mujer a casarse y formar una familia con hijos. También es una llamada de atención sobre otros derechos, como la protección de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, o la estabilidad política y económica.
Según la presentación, los movimientos políticos que proponen la figura femenina “libre de hijos” amenazan los derechos de la familia. Estos movimientos presentan sus políticas como claves para la educación y la inserción laboral, pero ignoran lo que realmente quieren las mujeres.
"Quieren cuidar de sus hijos y buscar lo más justo para sus hogares. También quieren contribuir a la vida pública y encontrar complementariedad ahí como en casa. El proyecto de las organizaciones feministas no respeta los deseos de las mujeres", afirma Alvaré, quien criticó que los gobiernos se hayan centrado en temas de salud sexual y reproductiva en vez de ayudar a las mujeres y familias que querían tener hijos.
Por ejemplo, dar la oportunidad de cuidar a los hijos sin renunciar a un trabajo. Para ella, los políticos tienen la responsabilidad de dotar a las familias de estos derechos y añadió que «esa es una postura valiente. Que la familia es el sitio más deseado, el más seguro, donde también hay más libertad para las mujeres, niños y hombres».
La presentación del texto también defiende que los pobres son víctimas de políticas que no apoyan los derechos de las familias, y prevé que la economía mundial pagará el precio de que se margine a las familias.
El Consejo Pontificio para la Familia celebrará el 30 aniversario de la Carta con una asamblea plenaria en octubre y terminará con una multitudinaria peregrinación de familias a Roma.