La Asociación de Cooperadores del Opus Dei en Catalunya organizó este viaje a Andorra y Pallerols, con un atractivo e intenso programa, visitando los lugares más destacados del paso por los Pirineos en 1937 de san Josemaría Escrivá a Andorra.
El sábado día 16 salimos de Barcelona a primera hora de la mañana y llegamos a Sant Julià de Lòria (Andorra) puntualmente a la hora prevista.
Allí nos esperaba Jordi Pifarré, escritor y erudito investigador de esa etapa de la vida de san Josemaría. Pifarré nos guió y acompañó durante todo el recorrido por los lugares donde se alojaron san Josémaría y sus fieles acompañantes. Por unas horas pudimos “sentir” con la distancia de los años transcurridos las congojas de aquellas personas que huían de una cruel guerra civil para llegar a una zona libre de persecuciones y poder seguir con su labor.
En Sant Julià visitamos la iglesia de la población que cuenta con un bajorrelieve de san Josemaría en una de sus capillas; aprovechamos para rezar unos minutos y encomendarnos a la Mare de Déu de Canòlich, patrona de Sant Julià y paseamos hasta el hotel donde fueron hospedados. Seguidamente, emprendimos el ascenso por una tortuosa carretera hacia Mas d’Alins. A un lado del camino hay una capillita de la Virgen de Canòlich que nos cobijó para rezar el Ángelus, y acto seguido desde la altura montañosa pudimos pasear y divisar parte del recorrido de la travesía (Coll de Jou….).


Al mediodía asistimos a la misa dominical, celebrada por Don Luis Martín, en la iglesia parroquial de Sant Esteve de Pallerols.
Al finalizar la misa los más preparados físicamente pudieron ascender hasta La Cabaña de San Rafael. El resto menos atrevidos disfrutaron de la naturaleza contemplando la espectacular vista de la Baronia de Rialb que, con el soleado día que gozamos, ayudó a apreciar el contraste de colores primaverales.
Sobre las dos del mediodía nos dirigimos a Oliana donde almorzamos y seguidamente a media tarde emprendimos el viaje de regreso a Barcelona felices de llevarnos muchas vivencias compartidas.

Gloria Gratacós acompañada de algunos miembros de su familia nos contagió su entusiasmo con explicaciones y ánimos para repetir el viaje como peregrinaje habitual durante el año.
Fue entrañable el ambiente de agradecimiento vivido dado que muchas personas no se conocían entre ellas pero vieron que su colaboración como cooperadores forma parte de una labor muy importante que sigue adelante gracias a tantas y tantas buenas acciones. De forma discreta pero palpable todos agradecimos a Victoria Guinduláin su buen hacer en la organización del viaje.
Gracias a todas y todos. Hasta la próxima salida!!!